¿Necesito una red cableada además de una red WiFi?
Tener una red cableada además de tu red WiFi puede ser beneficioso en ciertas situaciones, dependiendo de tus necesidades y el entorno en el que te encuentres. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, y la elección dependerá de tus preferencias y requerimientos específicos. En este blog, analizaremos algunas consideraciones para ayudarte a tomar una decisión informada:
Velocidad y rendimiento:
Si necesitas una conexión a Internet de alta velocidad y un rendimiento consistente, una red cableada suele ser más confiable que una red WiFi. La conexión por cable puede ofrecer velocidades más rápidas y una latencia más baja, lo que es especialmente útil para actividades que requieren gran ancho de banda, como juegos en línea, transmisión de video 4K o transferencia de archivos grandes.
Estabilidad de la conexión:
Las redes cableadas son menos susceptibles a interferencias y variaciones en la señal, lo que las convierte en una opción más estable en comparación con las redes WiFi, que pueden ser afectadas por obstáculos físicos, interferencias de otros dispositivos inalámbricos y la distancia entre el enrutador y los dispositivos conectados.
Dispositivos fijos:
Si tienes dispositivos que no se mueven con frecuencia, como computadoras de escritorio, consolas de videojuegos o impresoras, conectarlos a través de una conexión por cable puede ser una solución práctica. Esto también liberará la carga de la red WiFi para los dispositivos móviles y otros dispositivos que realmente necesiten esa movilidad.
Seguridad:
Aunque las redes WiFi modernas ofrecen cifrado y medidas de seguridad robustas, una red cableada es menos vulnerable a ataques cibernéticos y acceso no autorizado. Para entornos donde la seguridad es una preocupación importante, como oficinas o entornos empresariales, una red cableada puede ser preferible.
Costo y comodidad:
Las redes WiFi son más fáciles de configurar y pueden ser más económicas si ya tienes un enrutador WiFi. Además, brindan la flexibilidad de conexión inalámbrica para dispositivos móviles y aquellos que necesitan movilidad.
Sistemas Mesh:
Los sistemas mesh, representan una arquitectura innovadora y eficiente en la que múltiples dispositivos interconectados colaboran para formar una red cohesiva y autoorganizada. A diferencia de los tradicionales extensores o repetidores, los sistemas mesh permiten una distribución equitativa de la carga de tráfico y ofrecen una cobertura más amplia y estable al eliminar los puntos débiles asociados con una única fuente de conexión.
En sí, tener una red cableada además de una red WiFi puede ser beneficioso si valoras un rendimiento y estabilidad óptimos para ciertos dispositivos fijos y actividades que requieran una conexión confiable. Por otro lado, si la comodidad, la movilidad y la facilidad de configuración son prioritarias, una red WiFi puede ser suficiente para la mayoría de las necesidades de uso doméstico, sin embargo, para una red empresarial, siempre será mejor contar con una red cableada.
Algunas personas optan por una configuración híbrida, donde utilizan ambas redes en conjunto, aprovechando las ventajas de cada una en diferentes situaciones.
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